miércoles, 14 de enero de 2015

Lúa


Lúa es mi perra. Hermana de Kiba.
Algunos, dicen que no la quiero...
... tonterías...

Es una perra especial. Especial en el mejor y peor sentido.
Es como tener un híbrido de zorro y lobo en casa. Los instintos más primarios de estas razas los tiene súper desarrollados.

No es muy cariñosa, pero sí muy celosa.
Caza como una verdadera hija de puta.
Le gusta meterse en rincones imposibles para cualquiera de su especie.
Es muy, muy, MUY maniática. Cuando toma algo de punto, se convierte en una rutina marcada a rajatabla por ella misma.
Es ágil como ningún animal que yo haya visto antes.
Le gustan las alturas. Se sube a todo que este por encima del nivel del suelo.
No le gustan otros perros. A veces, ni siquiera su propio hermano. Da igual el tamaño de los otros, la raza o el sexo.
Para qué hablar de los gatos...
Odia el agua... bañarse.
Se restriega contra las heces de otros animales o contra otros animales... muertos.
Cava compulsivamente. Incluso en los azulejos del suelo de mi casa.
Tiene el morro torcido, literalmente, de nacimiento.
Es MUY desconfiada.
Es tan lista como tonta.
Cuando sale a pasear y a olisquear, su pelo cambia de color... se vuelve rojo... rojo fuego...
Las pocas veces que tiene el celo, es ella la que monta a su hermano, a pesar de que el otro bobalicón lo intente (sin éxito) en repetidas ocasiones durante casi un mes.

En definitiva, incomprensiblemente, es ADORABLE.


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